jueves, 19 de noviembre de 2009

Abogados y ética profesional

Desde hace algún tiempo me vengo preguntando qué mueve a los abogados a actuar tal como lo hacen.
Desde mi parecer, que seguramente a ojos de otros estaré equivocado, el hecho de que toda tenga derecho a una defensa justa es algo incuestionable. Pero... ¿Dónde acaba la ética, la defensa de la justicia, el derecho a la justicia por parte de las víctimas..? ¿Hasta qué punto una defensa feroz es una defensa justa?
A cualquiera le puede venir a su mente el caso de alguna sentencia bajo su punto de vista cuestionable. Los abogados no intentan que su defendido sea juzgado con el máximo respeto de sus derechos, lo que hacen no es otra cosa que buscar tretas, artimañas, recovecos o vacíos legales para salvar o reducir las penas de delincuentes, asesinos, etc.
Antes, en mi ciudad, había un dicho que decía: "Vete a Madrid, mata al Rey y vente a Sevilla para que te defienda Bocanegra". La habilidad de un abogado es crucial a la hora de que se haga justicia o no, y no me refiero a la posibilidad de que se garanticen los derechos sino a que un individuo culpable de todas a todas pueda burlar la ley y ser absuelto o condenado por un delito menor y con un montón de atenuantes.
Los abogados han llegado al extremo de la no justicia. No es importante que se imparta justicia en la vista de un caso, lo importante es reducir al máximo la pena del a todas luces culpable para así conseguir ser famoso, salir en los informativos, conseguir una cartera de clientes adinerados y poco más. Los médicos se llevan a sus casas el buen sabor de boca de salvar vidas, los arquitectos mirán hacia atrás y ven sus obras en pie, los cocineros ven las mesas de sus restaurantes llenas y las caras de satisfacción de sus comensales, los carpinteros ven sus muebles acabados, pero ¿qué ven los abogados? ¿De veras se sienten satisfechos personalmente cuando liberan a un delincuente con alguna estratagema?