lunes, 30 de marzo de 2009

¿Debe mantenerse vigente el Concordato Iglesia-Estado?

España firmó un Concordato en 1953 ante la necesidad de reconocimiento internacional de la España franquista. El concordato confirmaba la profunda confesionalidad del Estado definido por los principios fundamentales del Movimiento como una "Monarquía tradicional, católica, social y representativa" que "considera como timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional que inspira su legislación"; todo ello simbolizado con la imposición a Franco de las insignias de la Orden de Cristo, la mayor distinción que la Santa Sede puede conceder a un político.
Actualmente, la Iglesia sigue haciendo lo mismo según sus propias palabras: el secretario para las Relaciones con los Estados explicó el martes 5 de noviembre de 2005 que la Santa Sede firma concordatos con los estados con el objetivo de garantizar la libertad religiosa de los ciudadanos de esos países. El arzobispo Giovanni Lajolo ilustró la historia y los puntos esenciales de los acuerdos Iglesia-Estado promovidos por el Vaticano, en una conferencia sobre "La diplomacia concordataria de la Santa Sede en el siglo XX: tipología de los concordatos".
En esta conferencia explicó que "los concordatos y otros acuerdos se estipulan con países regidos por diversas formas de gobierno, sin que por principio se excluya alguna de ellas", recordó que "a veces se ha reprochado a la Santa Sede que haya aceptado establecer acuerdos con regímenes totalitarios, dándoles de alguna forma un aval moral y facilitando su presencia en el contexto internacional".
Volviendo al vigente Concordato del Gobierno Español con la Iglesia, fue negociado desde 1976 por políticos vinculados a la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, al margen de la Constitución, y, por tanto, cae sobre ella como una pesada losa que se impone sobre toda su legislación comprometiendo internacionalmente la voluntad del Estado, generando responsabilidad por su incumplimiento. Fue el 3 de enero de 1979, a los seis días de la entrada en vigor de la Constitución Española, cuando se firmaba en la Ciudad del Vaticano un conjunto de acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede que configuran el conocido como Concordato con la Iglesia Católica por medio del cual España regula sus relaciones con esta confesión religiosa.
España ha quedado así hipotecada por un Concordato, que tan sólo puede modificarse con un nuevo acuerdo entre España y la Santa Sede y que no prevee la posibilidad de renuncia o retiro unilateral, siendo nula cualquier ley o disposición normativa de rango inferior contraria a sus disposiciones.
Y como era de esperar, nuestros recelos se ven plasmados en el texto del Concordato. Éste, configurado por cuatro instrumentos, regula sucesivamente los aspectos jurídicos, económicos, de enseñanza y asuntos culturales, y de la asistencia religiosa de las Fuerzas Armadas y el servicio militar de clérigos y religiosos.
Hay que resaltar la continuidad con el Concordato de 1953, si bien se obvia la declaración de confesionalidad del Estado y el privilegio que el Jefe del Estado tenía de presentar obispos para ser designados por el Papa. Sin embargo se mantienen un amplio conjunto de privilegios destinados a garantizar el derecho de la religión católica a desempeñar las tareas de culto que le son propias, sobre los que caben distintas valoraciones sobre su necesidad y adecuación para conseguir este fin.
Así por ejemplo, además de reconocer personalidad jurídica civil y plena capacidad de obrar a todas las órdenes, congregaciones e institutos religiosos, y el derecho de auto-organizarse libremente, el Concordato también garantiza la inviolabilidad de los lugares de culto, la imposibilidad de su demolición sin ser antes privados de su carácter sagrado, la inviolabilidad de archivos, registros y documentos de la Iglesia, la libertad de publicación y comunicación, garantiza la asistencia religiosa en presidios, hospitales, sanatorios y hospicios, reconoce efectos civiles al matrimonio canónico, el compromiso estatal de cooperar con la Iglesia en sus actividades de asistencia o beneficencia, y la existencia de Tribunales eclesiásticos cuyas sentencias sobre cuestiones matrimoniales tendrán eficacia civil.
En el terreno fiscal se excluye a la Iglesia de impuestos sobre la renta (IRPF) y sobre el consumo (IVA,...), de pagar contribuciones urbanas por sus edificios (incluidas las residencias de sacerdotes, locales de oficinas, seminarios, conventos, y edificios de culto), de pagar impuestos reales sobre la renta y el patrimonio, además de estar totalmente exenta del impuesto por donaciones y sucesiones (siendo deducibles del IRPF los bienes donados a la Iglesia).
Pero lo más curioso es que se establece un período de tres años, o sea hasta 1982, para que la financiación de la Iglesia se haga vía declaración voluntaria por los impuestos sobre la renta de las personas físicas, y sin embargo todavía se sigue sosteniendo económicamente a la Iglesia vía Presupuestos Generales del Estado. Bajo el eufemismo de pagos a cuenta de lo que corresponda por el IRPF, el Estado entrega cada año mucho más de lo que luego ingresa, acumulando una deuda de miles de millones, que nadie se preocupa de recuperar para lograr cumplir los criterios de convergencia que exige el Tratado de Maastricht.
Sin embargo, como se ha señalado tantas veces, la principal hipoteca se encuentra en el terreno de la enseñanza. España se ha obligado por el Concordato a que toda la educación que se imparta en todos los centros docentes públicos sea respetuosa con los valores de la ética cristiana. Además, todos los planes educativos de la enseñanza primaria y secundaria deben incluir "la enseñanza de la religión católica (...) en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales".
Esta asignatura no es obligatoria pero el Estado queda obligado a garantizar que se imparte. El profesorado será escogido por la autoridad académica entre las personas que le proponga el Ordinario Diocesano, serán miembros de pleno derecho de los claustros de profesores de los centros, los contenidos serán fijados por "la jerarquía eclesiástica", así como los libros de texto y el material didáctico, y la Iglesia podrá realizar en los centros escolares públicos "otras actividades complementarias de formación y asistencia religiosas".
Los padres eligen si sus hijos reciben o no la asignatura de religión católica; si se rechaza esta asignatura los niños sólo puede hacer alguna otra actividad que no sea discriminatoria con los que eligen la religión. En conclusión, nos encontramos con que hay que inventar una asignatura que sea inútil para la formación, poco atractiva para los alumnos, y obligatoria para los que no estudien religión católica.
Este es el "castigo" que el Concordato impone a los niños que optan por una educación laica: se les castiga a perder el tiempo encerrados en un aula fingiendo que hacen "algo", pero un "algo" que debe ser casi nada.
Así, todos los españoles contribuimos a financiar la Iglesia Católica independientemente de nuestras creencias, los edificios religiosos son mantenidos con dinero público, están excluidos de pagar IBI. En todos los centros públicos la Iglesia tiene voz y voto en los claustros, los actos militares se confunden con la iconografía religiosa,... La libertad de conciencia es con todo esto sistemáticamente vulnerada, las otras religiones son claramente discriminadas y el laicismo estatal es sólo un espejismo.
Si somos un estado aconfesional ¿por qué garantizamos la enseñanza religiosa a unos sí y a otros no? ¿Por qué si una persona es protestante y tiene hijos no garantizamos la educación religiosa protestante? ¿Y por qué no lo hacemos para los que tengan religión musulmana?
El mandato constitucional de la “neutralidad” del Estado está siendo claramente vulnerado.
Mientras tanto la Iglesia Católica demuestra una preocupante falta de respeto hacia el estado democrático y de derecho cuestionando, cuando no combatiendo abiertamente, decisiones democráticamente adoptadas por el Congreso de los Diputados. Es conocida la animadversión y beligerancia con la que censuran y critican la regulación legal del aborto llegando a comparar esta decisión con actos de terrorismo de estado, es ridícula la argumentación que hacen contra la autorización legal de que las parejas de gays o lesbianas puedan adoptar niños o niñas, y han llegado a hacer llamamientos públicos a la desobediencia civil, invocar la moral católica para que funcionarios públicos, como son los jueces o los alcaldes y concejales, se nieguen a celebrar matrimonios homosexuales y dejen de lado su obligación de cumplir y hacer cumplir las leyes.
Estas actuaciones, además de intolerables para el estado de derecho, son una muestra palpable de la aversión de la Iglesia Católica hacia la democracia y sus instituciones.
El Estado debe defenderse de agresiones de este tipo, pedir responsabilidades y obligar a la Iglesia a cumplir con todo lo que el resto de ciudadanos y ciudadanas cumplimos respetando, o cuando menos obedeciendo, las leyes y normas democráticas que dicta el Parlamento. Ha llegado el momento de denunciar un convenio trasnochado como el Concordato, de acabar con los privilegios de la Iglesia, y de apostar clara y decididamente por un estado laico.
Lo que voy pensando de lo que va pasando © 2009

domingo, 29 de marzo de 2009

Hoy es domingo

Hoy es domingo y los pensamientos también se relajan. Han pasado cosas "malas" esta semana, cosas esperadas y "buenas" y sorpresas inclasificables.
En esta semana, hemos tenido un dato más sobre el asesino confeso, no entiendo porqué una persona confesa o incluso sorprendida con "las manos en la masa", debe llamarse presunto. Es un impresentable que ha simulado un suicidio imposible para hacer llegar al juez una carta ratificando su última declaración, al saber de alguna manera, que no llego a comprender, que el cuerpo de Marta del Castillo sigue sin aparecer.
También se ha puesto en marcha el metro (subterráneo, underground, subway, subte, etc.) de Sevilla. Primero ha comenzado con visitas a las estaciones, explicaciones sobre tarifas, recorridos, sistemas de pago: Habrá una sola línea con tres tarifas según el recorrido; la longitud total de la línea es de 18'006 km, con 22 estaciones proyectadas; la duración del recorrido entre extremos es 39 minutos a una velocidad máxima de 70 km/h con una frecuencia en hora punta de 3'5 minutos.
Luego ha comenzado desde hace unos días a funcionar a pleno rendimiento pero con pasajeros "voluntarios" previamente inscritos en unas listas que se completaron de momento. Cuando esté en funcionamiento dará sevicio a una población de 227.974 habitantes, el resto de la población tendrá líneas que le den servicio a sus zonas de residencia (3 líneas proyectadas).

El próximo jueves día 2 de abril a las 14,00 horas tendrá lugar la inauguración oficial con la apertura al público en general y puesta en servicio definitiva. Durante todo el jueves será gratis, debiendo el usuario disponer de la tarjeta prepago aunque no se consumirá saldo alguno.
En esta semana, el lunes, terminó la visita del papa Benedicto XVI a África, se despidió del continente africano con una petición apasionada a los líderes corruptos (imagino que de cualquier tendencia políticia), para que permitan que los pobres compartan parte de los ingresos por los recursos naturales del continente. Frases como esta dan sentido a una visita papal a un continente como el africano, sobre todo después de dejar otras joyas como: No se puede solucionar el problema del SIDA, que es una devastadora pandemia para África, con la distribución de preservativos. Al contrario, su uso agrava el problema.
O pedir que las exuberantes y alegres misas africanas no distorsionen la liturgia católica, ignorando la historia y los modos tradicionales de expansión del cristianismo, integrando costumbres y ritos locales con el evangelio cristiano.
Esta semana comienza la aventura de la Fórmula 1 con Fernando Alonso quedando quinto, Nadal sigue ganando imparable, ahora está en Miami, espero que siga arrasado, la "Roja" ayer un poco descolorida, ganó pero sin gustar, quizás eso pasó por usar el vestuario del equipo local, en este caso el del Real Madrid, al final será verdad eso de "todo se pega".
Hoy, mientras en las principales ciudades de Europa hay manifestaciones convocadas y encabezadas por ONGs, Iglesias, Sindicatos y partidos políticos contra la crisis con lemas de atención a las personas en vez de atender a los bancos, en Madrid la gente se está manifestando contra el aborto. ¡Qué divertido! y el Banco Central de España ha tenido que intervenir la Caja de Ahorros de Castilla la Mancha porque se ha hundido.

Esta semana, para mi sorpresa, ha nacido este blog, y ha nacido también la espera de tus comentarios.

En el mundo todo igual, crisis, posibles salidas a la crisis, y todos pensando eso de Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy.

Lo que voy pensando de lo que va pasando © 2009

viernes, 27 de marzo de 2009

Ley del Aborto en España

Otro tema polémico, la modificación de esta ley. La cuestión está centrada en modificar la ley de plazos y en que las mujeres mayores de 16 años puedan optar por abortar o no sin tener que pedir permiso a sus padres.

La verdadera polémica debería estar centrada en este último punto. ¿Es una joven de 16 años suficientemente responsable de sus actos y madura psicológicamente como para tomar una decisión así? Con esa edad no pueden comprar tabaco, no pueden comprar alcohol, pero sí pueden unirse en matrimonio.

Una joven de 16 años puede no ser madura, según los casos, para tomar la decisión de abortar, igualmente, según los casos, tampoco lo sería para ser madre. ¿Pueden unos padres sólo por motivos religiosos propios, que no tienen que ser los valores religiosos de su hija, obligar a su hija a tener un hijo no deseado?

La legislación española contempla la interrupción en tres supuestos: por violación, por graves defectos físicos del feto o por peligro grave para la salud física y psíquica de la madre. Este último supuesto ha sido el motivo del 97% de los abortos en España. Los dos primeros se pueden alegar dentro de las doce (el primero) y las veintidos semanas (el segundo), mientras que el tercero no tiene límite.

Partiendo de esta posible disquisición, polémica o como le queramos llamar, la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana ha levantado, apoyada por algún partido político, una batalla, no contra la modificación de esta ley, sino contra la propia ley del aborto.

Una batalla sustentada por una campaña publicitaria que se acompaña con 30.000 carteles para colocar en parroquias y centros católicos, las 1.300 vallas publicitarias (215 en Madrid y Barcelona) y 8 millones de folletos que se irán distribuyendo a lo largo de las próximas semanas, se complementa con la de "la oración por la vida" que se viene realizando desde enero y se mantendrá a lo largo de todo el año en todas las parroquias.

No voy a caer en el error de criticar el contenido del cartel publicitario, en cuestionar si el lince es ibérico o no, o si el bebé de la foto no tiene nada que ver con un embrión de veintidos semanas, ni tampoco si es apropiado o no que con una crisis económia en la que muchas familias necesitan ayudas económicas para subsistir, la Iglesia gaste su dinero en campañas publicitarias que ni se pueden comer ni proporcionan vivienda o abrigo.

Lo cuestionable de esta campaña es la oportunidad o no de intentar derogar una ley que lleva vigente desde el 5 de julio de 1985. El gobierno no ha abierto la puerta al debate sobre aborto sí o aborto no. Lo único que se puede cuestionar son los cambios que se harían a la citada ley y de éstos, el preocupante, según algunos casos, sería si consideramos mujeres, jóvenes o adolescentes a las chicas de 16 años.

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Justicia

Un desgraciado caso, el de Marta del Castillo, ha vuelto a poner en entredicho la relación delito-pena en España.
La Justicia Española, su sistema ejecutor, están en entredicho, la actuación de jueces y personal administrativo ha sido cuestionada y juzgada. El juez Tirado fue condenado a una multa, irrisoria por otra parte, por no controlar que un tipo condenado a prisión por violar a su propia hija ingresase en prisión, con el agravante de que el depravado en cuestión, acudía con periodicidad al juzgado por otra resulición judicial. La polémica levantada por este caso incluso ha llevado a los jueces a una huelga contra el gobierno que más personal y más medios ha facilitado al sistema judicial en España.
Ahora, con el asesinato de Marta de Castillo, la cuestión es otra, no se plantea la eficacia de los jueces, se discute la eficacia de las leyes. ¿De veras creemos en la reinserción de los condenados? ¿Es esta reinserción posible con un sistema penitenciario falto de recursos, en el que las cárceles están abarrotadas duplicando el número de presos la ratio para la que fueron construidas? ¿De verdad, incluso con un sistema carcelario utópico existe posibilidad de reinsertar a los autores de ciertos tipos de delitos?
No dejan de aparecer noticias sobre violadores que piden que no los dejen salir de la cárcel, otros que piden que les castren voluntariamente... Psiquiatras y psicólogos no pueden asegurar que este tipo de delitos tengan reinserción. Pederastas y violadores que son apresados una y otra vez, incluso algunos que reinciden mientras cumplen condenas pero que gozan de un permiso de fin de semana. ¿Permiso de fin de semana? ¿De verdad estamos hablando de personas condenadas por delitos tan graves?
No tengo dudas sobre la presunta inocencia de algunas personas condenadas equivocadamente, o personas que una vez en sus vidas han cometido un error y que pueden estar totalmente arrepentidas de lo que hicieron. Una persona que en un arrebato o en un momento de ira hiere o golpea fatalmente a otra provocando su muerte sí puede estar arrepentida pero... alguien que va armado (cuchillo, palo, pistola, combustible para incendiar, etc.), ha premeditado, no ha sido en un momento malo de su vida.
Se plantea la instauración de la cadena perpetua, se recogen firmas para llevarlas al Congreso de Diputados y modificar la Constitución Española y que este tipo de condenas puedan ejecutarse en el sistema penitenciario español. ¿No sería bastante que se obligase a cumplir la totalidad de la pena?
En la cabeza de todos está, equivocadamente o no, que si a alguien le caen veinte años por homicidio, en unos ocho o diez años estará en la calle. Siempre que ocurre algo de la magnitud del caso de Marta del Castillo, aparecen en las noticias familiares que piden que se haga justicia. ¿Es esto normal? Lo normal sería que se pidiese que se encontrase al culpable, lo de que se haga justicia debería darse por sentado, y en realidad se da, lo que ocurre es que la idea de que se haga justicia lleva implícito el deseo de que se cumpla la condena, que le caiga la pena máxima que se merezca según los hechos demostrados y nada más.
Nadie espera encontrar cerca de su casa al violador de su hija que lleve siete años en la cárcel y ahora esté libre o disfrutando de un permiso de fin de semana. Nadie puede imaginar que un terrorista que asesinó a su padre, hermano, hijo, amigo... viva a los pocos años frente a su casa, o que un marido condenado por violencia doméstica, asesine a su mujer, en muchos casos ex-mujer en la primera ocasión que tiene, ya sea por un permiso temporal o por que su condena se ha reducido por trabajar en el supermercado de la cárcel, no plantear problemas con otros presos o por haber estudiado, gratis, una carrera durante su estancia en el centro penitenciario.
Lo que voy pensando de lo que va pasando © 2009

Presentación

La actualidad de España y la internacional, política, sociedad, economía, deportes, son los temas que me gustaría compartir y debatir siempre dentro del respeto de opinión y por unos cauces democráticos y educados. Intentaré ir actualizando este rincón de opiniones e ir contestando a los comentarios y opiniones que me vayan llegando. Espero que este rincón sirva para sacar conclusiones más o menos válidas y comprender mejor las cosas que van pasando sin dejarnos llevar por las directrices que vayan marcando los medios de comunicación.
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